viernes, 27 de abril de 2018

Que no te den gato por liebre


En Tres Cantos, localidad del norte de Madrid, hay clubs de atletismo popular, legales, honrados, serios.
También hay agrupaciones irregulares de corredores.

Hay clubs que trabajan por el ocio, por el amor a la montaña y a la naturaleza, por los lazos de amistad.
También hay agrupaciones que lo hacen por el negocio. Lo cual está muy bien si se hace en los límites de la ley, de toda la ley, y no se vende mercancía averiada.

Hay clubs que buscan su sitio, sus símbolos e identidad, sus modos de hacer y presentarse.
Hay agrupaciones que usan ideas de los demás, las fotos de los demás, la propiedad de los demás.

En Tres Cantos, hay muchos clubs deportivos muy respetables. Solo hay uno que viste de color MANDARINA.
También hay agrupaciones irregulares que se disfrazan de naranja, cuando son limones, y de los malos y agrios.

Que no te en gato por liebre.

Saludos
Pablo Lanza
Presidente

lunes, 23 de abril de 2018

Las mieles del debutante



Las mieles del debutante


Una historia de mi primer Maratón, por Blanca Cabrerizo


El año pasado, justo después del segundo Medio Maratón de Madrid me quede con ganas de más y pensé que lo mismo esto de hacer un Maratón no era tan mala idea. Además quería hacerlo en la cuidad que me vio nacer, Madrid, no quería hacerlo en ningún otro sitio.




Meses de preparación acompañados de frío, lluvia, viento, parón de un mes en diciembre por problemas de salud y sobretodo muchas dudas. Dudas sobre si podría conseguirlo y aguantar tantos km corriendo y de si mi mente sería capaz de soportarlo.


Por fin llegó el día y a las 7 de la mañana Mariano, Ismael y yo vamos camino de Madrid. A todo esto Isma decidió que la hacía entera el viernes, así como el que no quiere la cosa. Aparcamos, nos tomamos un café intentando calmar los nervios, que en mi caso eran más que evidentes, y nos vamos andando tranquilamente hacia la salida. Nos hacemos las fotos de rigor, disfrutamos del ambiente tan espectacular que hay y nos dirigimos a los cajones. Como es costumbre acabamos 3 cajones por delante del nuestro, eso de quedarnos en el que nos corresponde no va con nosotros.

Suena el disparo de salida, le deseamos suerte a Mariano y acompañada de Ismael empezamos a correr dirección Plaza de Castilla, cuesta arriba como es costumbre en Madrid. Sabíamos que teníamos un gran reto por delante que queríamos terminar así que el objetivo era mantener un ritmo constante y más con la montaña rusa de cuestas que es Madrid.
Al llegar a Bravo Murillo veo a mi tío en la terraza de su casa y le saludo, otra tradición más. Pasan los kms y nos vamos encontrando muy, muy bien tanto, que el medio maratón llega sin apenas darnos cuenta. Mucho calor (aun con pronóstico de día nublado), pero el agua y las sales nos van haciendo el recorrido llevadero.
En el kilómetro 23 y después de pasar por el Palacio Real nos esperaban Verónica y mi padre para darnos un abrazo y algo de hidratación, fue todo un subidón verlos y que nos diesen ánimos. Subimos por la calle Ferraz dejando el templo de Debod a la izquierda y de ahí giramos hacia la izquierda hasta llegar a la zona de Madrid Río donde nos esperaba mi amiga Mónica (otra gran sorpresa del día) para acompañarnos en los últimos km.
Nos adentramos en la Casa de Campo y justo en el km 31 me vengo un poco abajo y pienso, el puto muro ya está aquí. Ismael me abraza y me pregunta si estoy bien, le respondo entre dientes que bueno, que ahí voy. Pienso que estoy hasta las narices de correr y justo un corredor que iba detrás nuestra expresa con palabras mi pensamiento.
Casi llegando al km 33 empiezo a recuperar el animo y más sabiendo que Laura iba a estar esperándonos en el km 34, por fin la vemos y nos vuelve a pegar el subidón. Nos quedan “sólo” 8kms. Laura y Mónica se convierten en nuestras “asistentes de carrera” y nos van dando agua, sales y todos los ánimos que pueden. Que grandes ambas, gracias por tanto. Sabemos que Mariano ya ha conseguido llegar a la meta y que lo ha hecho en el tiempo que tenía previsto, 3h 22’, todo un crack. Subimos la última cuesta de la Casa de Campo (maldita cuesta) y por fin la dejamos atrás adentrándonos ya en los 5 últimos km de carrera.
 En el km 38 decido que la cuesta que tengo por delante la va a subir Rita la Cantaora y les digo que necesito andar un poco, 38 kms sin parar de correr ya era mucho más de lo que hubiera podido esperar. En ese momento Ismael se para a beber una cerveza y me trae otra a mí para hacer más llevadero el camino.
Laura flipa pero yo le quito hierro al asunto, sabiendo cómo es Isma es algo más que normal así que le digo “bebe Laura que es sin alcohol”. Un poco antes de llegar al km 40 volvemos a trotar ya con la mente puesta en meta. Ismael se para a saludar a un amigo y le perdemos el rastro unos minutos. Me empiezo a preocupar porque quiero entrar en meta con él así que en ese momento Laura me dice que si quiere que le vaya a buscar y le digo que no, que mejor le llame. Y ahí está Laura marcándose un Ana Pi en plena carrera y hablando por teléfono. Ismael le dice que ya nos ve y que está a punto de cogernos. Por fin nos coge.  
Vemos el km 41, miro a Ismael y le digo: amigo, vamos a conseguirlo, vamos a ser maratonianos. Otro subidón de adrenalina. A lo lejos y mientras subimos el Paseo Del Prado lleno de gente hasta los topes animando, está el arco de meta y Laura nos dice, ahí lo tenéis, solo hay uno y es vuestro. Sonreímos, vemos a Vero, a mi padre, a mi prima y a una amiga con pancarta incluida y todos absolutamente flipados de vernos tan contentos y enteros.
 Objetivo conseguido, llegar felices y sonriendo. En la meta, abracé a Ismael y nos echamos a llorar de la emoción. Luego nos abrazamos todos juntos sin poder aguantar las lágrimas y con la satisfacción de haberlo hecho.
La medalla era nuestra 4h y 43’ después. Una de las mejores experiencias de nuestra vida y que nunca olvidaremos.
Gracias a todos. 

domingo, 8 de abril de 2018


1/2 MARATÓN MADRID 2018

...con esas ganas de todo y de nada porque aquí no hace falta nada para tenerlo todo.

Esta aventura comienza a tan solo 20 horas de la salida cuando Ricky (un compañero-amigo) anuncia en el grupo TrailCantos que REGALABA un dorsal para mañana en la media de Madrid.

¡Gracias Ricky por regalarme este día.! Al leerlo en el vestuario de la piscina pensaba dos cosas; -la primera:; ¿cómo voy a ir sino lo he preparado, ni pensado y es de un día para otro?  -la segunda: qué más da no haber ido a correr más tiempo y distancia si hay kilómetros acumulados en bici y a nado; ¿por qué no ir, y pasar del reloj e ir a pasarlo bien?. La solución la encontré en la reflexión siguiente: "Quizás el año que viene quieras ir y tengas tendinitis o peor, nunca se sabe el destino lo que nos tiene preparado y en vez de estar en Madrid estamos en vete tú a saber donde, entonces porque no aprovechar la ocasión de disfrutar haciendo lo que nos gusta en compañía de gente de buen rollo. Así que para allá que fuimos, no faltó la anécdota de antes de la salida puesto que el peluquero no se presento. Y es que somos un club que ha crecido tanto que ya tenemos hasta peluquero, como Ronaldo antes de saltar al campo, que su estilista le da el último retoque, nosotros no íbamos a ser menos para la foto obligatoria del Presi de antes de la salida, "para la foto todos bien peinaditos que sino el Mister se enfada".

Solo estar en la salida ya había merecido la pena, estar cerca de Neptuno con el sonido de Sí sí sí sí salta conmigo!!, ese estribillo de esa canción que sonaba se me quedo gravado 21,095 metros  en una mañana esplendida que solo deslució ese colapso a 100 metros de la meta que Blanca comprobó en primera persona y las manzanas de la meta que son las peores que he comido estos últimos 44 años.

En el asfalto pasaban rápido los minutos y metros y es que hoy no iba mirando el pulso y ritmo a cada kilometro, hoy era otra forma de correr suelto, libre, despreocupadamente, hoy era acorde a more for less, less is more (mi filosofía de vida), hoy era lo que en natación equivale a ir un 10% más lento para cansarse un 30% menos, menos es más o más por menos y se me despejó una duda que tenía desde hace ya un tiempo, la conclusión a la que llegue es que, muchas veces, la gran mayoría de las carreras, es mejor salir sin preocuparte del cronometro, y sí! yo diría que en 1% de tus carreras la satisfacción de conseguir un record personal merece la pena, y que además la vives a posteriori, es disfrutar mucho de la Meta y poco en el camino. Otras veces, las mas, debería ser vivir el momento presente disfrutándolo a cada zancada sin ese esfuerzo de la superación constante de correr, por ejemplo, una media en 10 minutos menos; te das un respiro, un flash de ir desconcentrado y por contra, observar y percibir otras sensaciones y dimensiones, a diferencia de antes, hoy era disfrutar del camino y no solo de la meta, y uno a estas alturas de la vida de lo que se trata es sumergirse en el momento presente, el camino recorrido es la recompensa. Y es que mañana obtienes algo mas, que es menos, y es "menos dolor".

 Porque nosotros sabemos, que nuestro día favorito, es HOY

Fdo: Fernando Ruiz (TrailCantos)