Deer Trail El Pardo, 8 septiembre 2018
Me siento. Hoja en blanco y ojos
como platos. No sé cómo empezar. Se me ocurre juntar ambos extremos de este
blog a ver qué pasa:
23 de enero de 2018, recibo la mayor
hostia a dos manos desde que nací. Toma dosis de realidad, así sin anestesia.
8 de septiembre de 2018, acabo la VI
Deer Trail El Pardo, entrando en meta con una sonrisa y abrazado a mis
compañeros de TrailCantos, mis
amigos.
Casi 8 meses separan ambas fechas,
no me lo puedo creer. Este lapso de tiempo puede compararse al recorrido del
Pardo y este a su vez a la vida en sí: Nuestra carrera de la vida.
Lo malo (o lo bueno) de la vida es
que solo tienes una y no puedes compararla con otras que hayas disfrutado para
ver si vas mejor, peor o al menos más rápido que en la anterior.
En el caso de nuestra carrera del
sábado, esta vez he disfrutado muchísimo. Empezamos con asfalto y enseguida nos
metemos en el parque. Subidita…..no. Subidota! Agárrate a esa rama, cuidado con
la raíz de ese árbol, todos en fila india. Primer tramo andando. Después, hasta
el avituallamiento de agua a 5,5km, un suave ascenso que no te enteras pisando
tierra compacta y algo de arena suelta que no soltaba apenas polvo, estupendo.
Enciendo el frontal que casi me mato con otra raíz camuflada en el suelo.
Pasado el buche de agua, ahora
viene lo bueno. Bocanada profunda de aire, mirada al frente y bajada progresiva hasta el km 10 intercalando
zona abierta con matorrales altos y árboles que cubrían ligeramente el camino.
Que gozada ver el manto vegetal del parque perdiéndose en el horizonte y a lo
lejos, las torres de Madrid, sobresaliendo por encima de las luces que empiezan
a encender la capital.
Sssch!! No te distraigas que te
caes, amigo y mira lo que tienes delante: el culo de Richi! En la bajada, el
camino se estrecha en forma de vaguada pronunciada y serpentea tanto que hay
que abrir un poco los alerones para estabilizar si no te quieres salir por la
tangente. Bajo el ritmo para tomar aliento y enseguida aparece César para ver
como estoy, y me acompaña hasta el final, que grande! Unas risas, dos o tres paridas y seguimos (no
hubo revolcones, prometido!!). Hacia el km 11 subidita puñetera y asfaltada
para borrar la sonrisa, pues la hacemos andando que no me da la gana sufrir.
Bajada igual de pronunciada y ahí ya los reflejos no van tan frescos así que
voy más lento. Antes de salir del parque y hacer la recta final, ahí están el
resto de compis, esperando a los rezagados para entrar juntos en la foto “finish”, sonriendo y todos de la mano
como en la Casa de la Pradera. Emociones a flor de piel!
Viendo en perspectiva los extremos
de la cuerda, me doy cuenta cual debe
ser el orden de mis prioridades. Nuestra vida es como una carrera. Y una
carrera resume perfectamente como llevamos nuestra vida. En la vida vamos a la
carrera, a nuestro interés, priorizando frivolidades. Tienes momentos de
sufrimiento, de alegría, de envidia en incluso odio por el que vas más rápido y
el que hace las cosas mejor que tú. ¿Tu felicidad se basa en lo que eres o en
lo que tienes?
Y de pronto, te dan el alto. Échate
a un lado listillo que te voy explicar lo que es la sutileza de la vida y lo
que de verdad importa. Quiero negro sobre blanco y a doble renglón, que se
entienda bien. Abro bien los ojos y me doy cuenta que la vida como las
carreras, hay que aderezarlas con el tesoro más preciado que un hombre pueda
tener: los amigos. El camino será
peor o mejor, pero los amigos están ahí. Para lo bueno y sobre todo para lo
malo. Si eres una persona que se supera a si mismo por su cuenta, ni te
imaginas lo que puedes hacer con amigos. El trabajo en equipo, la generosidad y
la ayuda al otro salen instintivamente. Y que satisfacción personal produce
cuando surgen esos valores, sin duda.
La vida y las carreras continúan y
nada más deseo en este mundo que por mucho tiempo, si usted da su permiso. Que
no falten momentos alegres y también duros. De gran felicidad o desesperación.
Pero sobre todo deseo caminar acompañado, con mis amigos de Trail Cantos.
Menos es más.
PD: El año pasado hice la Deer Trail
supuestamente “mejor preparado” y por mi cuenta.Este año, en equipo, la he acabado en
9 minutos menos.