miércoles, 12 de septiembre de 2018

La carrera de la vida


Deer Trail El Pardo, 8 septiembre 2018


Me siento. Hoja en blanco y ojos como platos. No sé cómo empezar. Se me ocurre juntar ambos extremos de este blog a ver qué pasa:
23 de enero de 2018, recibo la mayor hostia a dos manos desde que nací. Toma dosis de realidad, así sin anestesia.
8 de septiembre de 2018,  acabo la VI Deer Trail El Pardo, entrando en meta con una sonrisa y abrazado a mis compañeros de TrailCantos, mis amigos.
Casi 8 meses separan ambas fechas, no me lo puedo creer. Este lapso de tiempo puede compararse al recorrido del Pardo y este a su vez a la vida en sí: Nuestra carrera de la vida.
Lo malo (o lo bueno) de la vida es que solo tienes una y no puedes compararla con otras que hayas disfrutado para ver si vas mejor, peor o al menos más rápido que en la anterior.

En el caso de nuestra carrera del sábado, esta vez he disfrutado muchísimo. Empezamos con asfalto y enseguida nos metemos en el parque. Subidita…..no. Subidota! Agárrate a esa rama, cuidado con la raíz de ese árbol, todos en fila india. Primer tramo andando. Después, hasta el avituallamiento de agua a 5,5km, un suave ascenso que no te enteras pisando tierra compacta y algo de arena suelta que no soltaba apenas polvo, estupendo. Enciendo el frontal que casi me mato con otra raíz camuflada en el suelo.
Pasado el buche de agua, ahora viene lo bueno. Bocanada profunda de aire, mirada al frente y  bajada progresiva hasta el km 10 intercalando zona abierta con matorrales altos y árboles que cubrían ligeramente el camino. Que gozada ver el manto vegetal del parque perdiéndose en el horizonte y a lo lejos, las torres de Madrid, sobresaliendo por encima de las luces que empiezan a encender la capital.
Sssch!! No te distraigas que te caes, amigo y mira lo que tienes delante: el culo de Richi! En la bajada, el camino se estrecha en forma de vaguada pronunciada y serpentea tanto que hay que abrir un poco los alerones para estabilizar si no te quieres salir por la tangente. Bajo el ritmo para tomar aliento y enseguida aparece César para ver como estoy, y me acompaña hasta el final, que grande!  Unas risas, dos o tres paridas y seguimos (no hubo revolcones, prometido!!). Hacia el km 11 subidita puñetera y asfaltada para borrar la sonrisa, pues la hacemos andando que no me da la gana sufrir. Bajada igual de pronunciada y ahí ya los reflejos no van tan frescos así que voy más lento. Antes de salir del parque y hacer la recta final, ahí están el resto de compis, esperando a los rezagados para entrar juntos en la foto “finish”, sonriendo y todos de la mano como en la Casa de la Pradera. Emociones a flor de piel!

Viendo en perspectiva los extremos de la cuerda,  me doy cuenta cual debe ser el orden de mis prioridades. Nuestra vida es como una carrera. Y una carrera resume perfectamente como llevamos nuestra vida. En la vida vamos a la carrera, a nuestro interés, priorizando frivolidades. Tienes momentos de sufrimiento, de alegría, de envidia en incluso odio por el que vas más rápido y el que hace las cosas mejor que tú. ¿Tu felicidad se basa en lo que eres o en lo que tienes?

Y de pronto, te dan el alto. Échate a un lado listillo que te voy explicar lo que es la sutileza de la vida y lo que de verdad importa. Quiero negro sobre blanco y a doble renglón, que se entienda bien. Abro bien los ojos y me doy cuenta que la vida como las carreras, hay que aderezarlas con el tesoro más preciado que un hombre pueda tener: los amigos. El camino será peor o mejor, pero los amigos están ahí. Para lo bueno y sobre todo para lo malo. Si eres una persona que se supera a si mismo por su cuenta, ni te imaginas lo que puedes hacer con amigos. El trabajo en equipo, la generosidad y la ayuda al otro salen instintivamente. Y que satisfacción personal produce cuando surgen esos valores, sin duda.

La vida y las carreras continúan y nada más deseo en este mundo que por mucho tiempo, si usted da su permiso. Que no falten momentos alegres y también duros. De gran felicidad o desesperación. Pero sobre todo deseo caminar acompañado, con mis amigos de Trail Cantos.

Menos es más.

PD: El año pasado hice la Deer Trail supuestamente “mejor preparado” y por mi cuenta.Este año, en equipo, la he acabado en 9 minutos menos.